La frustración en los niños

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In Autoestima

¿Es malo que los niños se frustren?

Como padres quisiéramos que nuestros niños tuvieran solo lindos momentos, sin embargo, es inevitable que tengan más de una frustración a lo largo de la vida.

¿Frustración?

Es una respuesta emocional frente a una necesidad o deseo que no puede ser satisfecho. Por ejemplo: un niño tratando de tomar un juguete con el que quiere jugar que está muy alto y no lo puede alcanzar o un escolar que ha estudiado mucho para una prueba esperando un buen resultado y la profesora le entrega un rojo.

¿Qué pasa con la frustración?

Las situaciones de frustración, en su justa medida, pueden dar un impulso al desarrollo de nuestros pequeños, estimula la búsqueda de nuevas estrategias o herramientas para enfrentar y resolver la situación, por lo tanto, moviliza nuestra energía y aparato cognitivo. De esta manera el niño que no alcanza el juguete intentará alternativas, como buscar un objeto al cual subirse para llegar más alto u otra vía que le permita alcanzar su objetivo.

¿Evitar los malos momentos?

Si nosotros para evitar “malos momentos” siempre estamos resolviendo los problemas o dificultades que enfrentan incluso antes que ellos siquiera lo intenten, no les estamos dando la oportunidad para que prueben hacerlo, descubran que son capaces de resolver problemas y así vayan teniendo mayor confianza en ellos mismos, sabiendo que son capaces y además que comprendan que uno se puede equivocar o caer más de una vez y que esto es parte del aprendizaje, por lo tanto siempre hay que seguir adelante intentándolo.

Padres Presentes…

Frente a estas situaciones los padres deben estar presentes, contener, guiar, dándoles la oportunidad para que ellos intenten resolver la dificultad que enfrentan. Y cuando veamos que requiere mayor apoyo estaremos ahí para brindárselo.

Proteger, no sobreproteger es el camino para estimular la autoconfianza, autonomía y autoestima.

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